La criptografía gana protagonismo en la cultura y por ende en la sociedad. En el cine: Descifrando Enigma (The Imitation Game), la historia del matemático y criptógrafo británico Alan Turing, podría convertirse en la gran ganadora de la 87ª edición de los Oscars el próximo 22 de febrero. Y la primera novela gráfica sobre Bitcoin del mundo producida en España titulada “La Caza de Satoshi Nakamoto” desglosa, a través de la enigmática figura del creador de Bitcoin, los mitos y realidades de la primera criptomoneda, y adentra al lector en la sugerente historia de la criptografía.
Los sistemas de cifrado y código criptográficos han sido fundamentales en muchos episodios de la historia contemporánea mundial, sin embargo, su gran trascendencia ha pasado relativamente desapercibida en la sociedad hasta episodios recientes como WikiLeaks, Edward Snowden o KimDotCom, que lanzó un nuevo servicio basado en la criptografía. Su conocimiento, y su reconocimiento, ha estado pues relegado y en muchos casos incluso repudiado hasta recientemente, a pesar de que la criptografía protege nuestras transacciones bancarias, nuestras comunicaciones y muchos más aspectos de nuestra vida diaria. La historia de Turing, llevada a la gran pantalla por el noruego Morten Tyldum y protagonizada por Benedict Cumberbatch, es un buen ejemplo de ello.
Alan Turing, durante la Segunda Guerra Mundial, fue una de las principales figuras de Bletchley Park, la instalación militar británica desde la que se consiguió descifrar los códigos de la máquina alemana Enigma, con la que los Nazis cifraban sus mensajes, y que fue fundamental para la victoria de los aliados al poder anticiparse a los movimientos nazis y japoneses. Turing fue el matemático que dio con la solución, un genio que pasó de ser un héroe desconocido, a ser condenado por su homosexualidad y, tras someterse a la castración química para evitar la cárcel, se suicidó en 1954. Ahora su historia está nominada a ocho estatuillas, entre ellas mejor película, mejor dirección, mejor actor, mejor actriz secundaria y mejor guión adaptado.
La novela gráfica basada en Bitcoin hace referencia, en lo que denominaríamos un puzzle criptográfico, a esos lugares emblemáticos de la criptografía como Bletchley Park, el Black Chamber, el código secreto Purple de los japoneses, el libro Cryptonomicon y sirven de escenario al protagonista Bob, un nombre utilizado comúnmente en las comunicaciones criptográficas, mientras huye de la mafia y los servicios secretos. Unos escenarios que sirven de guiño a la historia de la criptografía y que, de manera constante, aparecen en la historia viñeteada de Bitcoin. Y es que, las matemáticas y la criptografía son la base en la que se sustenta esta revolución tecnológica llamada Bitcoin y de la que algunos de los famosos inversores de Silicon Valley esperan que pueda reinventar el intercambio de valor en el mundo en esta era digital.
Además, la novela gráfica Bitcoin “La Caza de Satoshi Nakamoto” está dedicada a Hal Finney, uno de los criptógrafos que hizo posible que esta ciencia llegase a manos de todos al ser un desarrollador clave del sistema de encriptación de emails PGP a principios de los noventa del siglo pasado y que falleció en agosto 2014.
Quizás la cultura y obras como Descifrando Enigma (The Imitation Game) o “La Caza de Satoshi Nakamoto” logren alcanzar lo que la historia no ha conseguido y coloque finalmente a la criptografía en el foco del conocimiento social, para así, desencriptar para siempre el importante rol de esta ciencia que logra la confidencialidad de los mensajes, y con ella la seguridad de la información que diariamente viaja por la red.